Bancos forrajeros

Foto: Juan Carlos Gómez, archivo Cipav
El Instituto de Investigación y Desarrollo de Nicaragua Nitlapan ha elaborado una interesantísima cartilla sobre manejo y aprovechamiento de los bancos forrajeros. Aquí algunas de su recomendaciones.
Señalan los investigadores que los bancos forrajeros que suministran energía (pastos de corte) y los que dan proteína (leguminosas) al ganado, se siembran para garantizarle comida al ganado, en cantidad y de calidad, durante todo el año y especialmente en las épocas secas, cuando la comida escasea.
Señala Engomix que un banco forrajero es un área dentro de un predio sembrada de uno o de varios forrajes de ciclo corto o perennes que los ganaderos utilizan para alimentar sus animales. El objetivo de los bancos forrajeros es que sean áreas que permitan disponer de alimento abundante de buena calidad para los animales, ya sea para las épocas secas o para cualquier otro período de escasez alimenticia que se pueda presentar en finca, por lo que el conocimiento de estos es muy importante para el desarrollo y la asesoría de sistemas pecuarios (adaptado de Orozco y Sánchez 2009).
De acuerdo con el IID de Nitlapan, son 3 las actividades de manejo y aprovechamiento de bancos de forrajes, que deben aplicarse durante todo el año, para tener buenos resultados: mantenimiento, corte y acarreo, y estimación de la cantidad de comida requerida para el ganado.
Explican que para obtener una abundante producción de pastos de corte y buena comida (que dure por muchos años), se deben efectuar los siguientes pasos:
- Controlar las malezas con machetes, para lo cual se debe realizar un desbroce entre los 20 y los 25 días de sembrado.
- Sugieren que después se fertilicen con 2 quintales de sulfato de amonio por manzana (equivalente a poco menos de una fanegada).
- Fertilizar al segundo año, aplicando de 25 a 30 días antes de cada corte, 1 quintal de urea (46 %) por manzana. También se puede fertilizar con estiércol líquido.
- Realizar otra fertilización 25 a 30 días después de cada corte, es decir cuando haya rebrotado el pasto.
Especifica que se debe esperar a tener una manzana completa cortada para no fertilizar los lotes pequeños que se van cortando diariamente.
Debe regarse una vez haya nacido el pasto, es decir a los 20 a 25 días luego de la siembra o del corte y realizarlo en la calle entre los surcos. Antes de aplicar los fertilizantes, debe regarse ceniza o cal en el centro de las calles para corregir la acidez del suelo.
Resiembra.
Cuando se corta el pasto, durante el invierno, puede aprovecharse para resembrar en los pedazos de surcos fallidos.
Cercas.
Cuando se corta el pasto, durante el verano, puede aprovecharse para realizar las rondas y reparar las cercas en mal estado.
También, es buen momento para la poda de los árboles forrajeros y no forrajeros que retrasan el crecimiento del pasto que está rebrotando.
Utilización.
Inicia con el corte y el transporte para picar el pasto o suministrarlo entero, en comederos especiales para forrajes. El pasto hay que cortarlo con un machete filoso. Cuando el pasto es de primer corte, se debe dejar de 2 a 4 yemas libres de corte, para lograr que enraíce bien y darle fuerza para rebrotar desde abajo.
Durante el invierno, pueden hacerse hasta 3 cortes (julio, septiembre y noviembre). En verano, puede realizarse 1 corte (en febrero), en aquellas zonas donde el invierno dura más de 6 meses.
Fuente: Adaptado de CONtexto Ganadero, quien cita como fuente original el Consejo Nacional de Universidades, Nicaragua.
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