Foto: Rony Renato Guinet Cabral / jairoserrano.com.
- El nombre de la enfermedad es “Retículo Pericarditis Traumática”, un mal que afecta a los bovinos cuando tienen una perforación del retículo, peritoneo y pericardio por causa de la ingesta de cuerpos extraños punzantes y largos.
Aunque parezca extraño, una de las más frecuentes situaciones que se presenta en los predios ganaderos es la ingesta por los bovinos de elementos cortopunzantes, lo que coloca su vida en riesgo y de allí que tanto se insista en la importancia del correcto y frecuente aseo que se les debe dar.
Al presentarse una situación de estas, el animal puede padecer la enfermedad del Retículo Pericarditis Traumática, conocida como ‘vaca clavada’. El mal se produce por la ingesta de cuerpos extraños y largos como agujas, clavos o grapas que ponen en serio riesgo su integridad.
El médico veterinario en el departamento del Caquetá, John Perdomo, manifestó que si el semoviente presenta reducción del apetito, fiebre, falta de producción de leche, frecuencia respiratoria y cardíaca alta, postura arqueada, codos separados del cuerpo del animal, heces escasas o secas, disminución de los movimientos ruminales con o sin timpanismo, dolor abdominal, se debe prestar atención pues todos son signos de alarma.
Agregó el veterinario que el procedimiento para tratar la ‘vaca clavada’ no es sencillo y es riesgoso, pues en caso de presentarse perforación del retículo, se debe realizar una intervención quirúrgica para extraer el objeto extraño que se tragó el bovino. Sin embargo, en muchas ocasiones el proceso no tiene éxito.
Explicó que se debe extraer todo el contenido del rumen y sacar el clavo o la aguja que haya ingerido. Si no alcanzó a perforar, no hay mayores inconvenientes, de lo contrario es probable que quede un hueco y la única salida sea el sacrificio del semoviente.
Yorjan Martínez, médico veterinario localizado en Antioquia se pronunció en el mismo sentido, aseverando que la prevención de la ocurrencia de la enfermedad y un sacrificio posterior del bovino son los manejos que se suelen dar en el hato.
Recomendó la implementación de las Buenas Prácticas Ganaderas, en las que se establece el manejo que se les debe dar a las agujas, así como la permanente limpieza de los corrales para evitar que elementos de esa clase estén al alcance de los ejemplares.
Indicó que muchas veces es preferible suministrar el pasto directamente a los animales en lugar de que pastoreen, pues puede ocurrir que de fincas vecinas se arrojen elementos a los potreros y a partir de eso se produzcan accidentes. Otra alternativa son los henos o silos con los que se complementa la alimentación y se reducen los riesgos.
El empleo de los imanes intraruminales ayuda a prevenir los problemas ocasionados por la ingesta accidental de clavos o alambres, incluso podría aplicarse uno de estos elementos como tratamiento junto con la antibioterapia.
No obstante, la realidad de que se conoce evidencia es que es difícil realizar un diagnóstico a tiempo y en la mayoría de las ocasiones, los animales terminan en las plantas de sacrificio.
Fuente: Adaptado de CONtexto Ganadero.
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