- Los factores que pueden generar cojera en el ganado bovino incluyen problemas en la salud, malas instalaciones en el hato o fuertes cambios climáticos. CONtexto ganadero presenta 3 aspectos que usted puede conocer sobre este tipo de afección.
La cojera se considera como una de las situaciones más dolorosas para el ganado bovino. Su incidencia se ha incrementado a nivel mundial, especialmente en los hatos lecheros. Algunos aspectos pueden ayudar a corregir o prevenir este problema en su predio.
Su finca puede causar las cojeras en el ganado.
El representante técnico y comercial de Vecol S.A, César Jiménez, indicó que hay 2 factores de riesgo que influyen en la aparición de la cojera en el ganado: la alimentación y las instalaciones del predio.
Manifestó que en la medida en que se tenga un buen equilibrio de minerales, será óptima la formación de las pezuñas, sin mayores inconvenientes. Con ello habrá menor predisposición a sufrir de cojera.
Así mismo, enfermedades metabólicas en las que el bovino no se alimenta adecuadamente, permiten que se inflame la pezuña y afecte toda la pata. Inclusive, la mastitis puede generar esta condición, o contrariamente, la cojera causar la mastitis.
De igual importancia es la adecuada disposición de la finca, que incluye sus establos y los potreros, por donde transitan los animales. De acuerdo con el experto, hay que tener atención con los caminos y puntos de acceso a las salas de ordeño.
Explicó que como las vacas lecheras tienen mayor movilización, son más predispuestas a sufrir de cojera. (…) Es importante que n las lecherías las vacas se sostengan muy bien sobre sus patas, para que se puedan desplazar al pasto y tener la comida.
Si las vacas deben transitar por barrizales o por caminos muy duros, pueden sufrir de cojeras. En estos casos, el barro o el asfalto constituyen factores de estrés físico que puede ejercer una acción mecánica traumática.
En este caso, el clima influye en el medio ambiente del predio y sobre todo en la humedad. Durante el invierno, cuando es más elevado el índice de humedad y la pezuña está en contacto con el agua. El polvo y la tierra inciden en las cojeras de los bovinos.
Identificar los factores de riesgo en la propia finca lo mejor.
De su parte, el médico veterinario, especialista en podopatologías bovinas, miembro de la empresa Comfort Cows América, Diego Fernando Borrero, explicó que lo más importante es identificar las causas que originan la cojera en cada hato.
Según el veterinario, en la finca se deben minimizar los factores de riesgo. Piensa que lo más importante en un proceso preventivo es realizar un esquema que indique cuáles son los factores de riesgo que se tiene en cada explotación.
Así mismo, hay que realizar una evaluación periódica (por ejemplo cada 2 meses,) de esos factores de riesgo, así como de las mismas pezuñas, pues es claro que las cojeras contribuyen a la disminución de la producción.
Tratamientos para curar las cojeras en el ganado.
Indicó Jiménez que lo ideal es adelantar un diagnóstico para establecer en cada caso las condiciones que predisponen a las cojeras y hacer las correcciones correspondientes. Si es un caso clínico, hay que realizar tratamientos con pediluvios y un buen uso específico para su corrección.
Por ejemplo, para una pezuña podrida, deben aplicarse antibióticos. Si aparece tejido velludo en el talón, debe limpiarse el área infectada con agua y jabón, aplicar tetraciclina en polvo y vendar la pezuña.
En caso de un absceso o punto negro, se debe abrir el área afectada para que drene. Si se presenta laminitis, se debe retirar todo el tejido muerto y realizar tratamiento con antibióticos. Si se presenta una lesión o el crecimiento exagerado de un dedo, debe recortarse y administrar un antiinflamatorio.
Algunos datos de interés:
Según estudio de la Universidad de Ciencias Aplicadas y Ciencias Ambientales (UDCA), desarrollado con la empresa Comfort Cows América, una cojera leve ocasiona una disminución en el consumo de materia seca de cerca del 3%, mientras que en una cojera severa se puede llegar a 16%, lo que conduce a una significativa caída de la producción láctea hasta de un 36%.
De otra parte, cuando la enfermedad está avanzada, el tratamiento de un animal puede oscilar entre $120.000 y $180.000, con una duración de más de 20 días para su recuperación. Si en el tratamiento se incluyen productos farmacológicos que tienen retiro en carne y leche, el ganadero debe desechar esos productos en determinadas condiciones.
En algunas ganaderías colombianas, se han presentados casos de cojeras en el ganado de hasta el 69% de las vacas en una misma ganadería.
Fuente: Adaptado de CONtexto ganadero.
Exposición nacional ganadera Corferias 2016
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