Foto: CONtexto Ganadero.
- El ombligo de los terneros recién nacidos no debe pasar desapercibido en la actividad ganadera.
- La infección en el ombligo de los terneros afecta crías recién nacidas en todo el mundo. Conozca la forma de prevenir un mal que puede generar 4 enfermedades graves a los terneros.
Cuando se produce el nacimiento de una cría bovina, el ganadero debe proceder a cortar el cordón umbilical con un elemento desinfectado y aplicar una solución con yodo para proteger esta parte sensible, que puede recoger microorganismos generadores de diferentes patologías.
El médico veterinario y profesional de la subgerencia de salud y bienestar animal de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegán), Guillermo Alarcón, manifiesta que las crías recién nacidas, luego de realizarles la limpieza de su ombligo, deben permanecer en un corral limpio, preferiblemente de cemento y amplio.
Si la cría ya tiene la infección, se procede a suministrar antibióticos para atacar el mal de raíz, que con un alto grado de incidencia puede presentarse con gusanos y provocar neumonía, artritis, diarrea, onfalitis o enteritis.
Cada una de estas patologías puede originar la muerte del animal. La profesional de gestión productiva y salud animal de Fedegán en San José del Guaviare, Diana Lucía Restrepo, afirma que en esa región mueren terneros afectados de onfalitis como consecuencia de malas prácticas ganaderas, y que las condiciones de humedad de esta zona del país aceleran el proceso infeccioso.
Manifiesta Restrepo que se requiere impedir el ingreso de gérmenes al ombligo y que muchas veces, mueren terneros muy pequeños por el tipo de infección y por el mal manejo en la ganadería, pues se dejan los animales al azar.
Alarcón recomienda la permanencia de los terneros bajo una protección especial durante la primera semana desde su nacimiento, tiempo durante el cual adquieren inmunidad y desarrollan las funciones propias de los bovinos.
Ambos profesionales hacen un llamado a los ganaderos colombianos para que siempre se tengan presentes las prácticas de prevención de enfermedades en las explotaciones ganadeas y no a proceder cuando el mal haya atacado, lo que representa mayores gastos.
Fuente: Adaptado de CONtexto Ganadero.